Y después de todo volvió.Volvió como un vendabal, rompiendo los esquemas como siempre, volviendo a abrir las heridas, ésas que tanto costó cerrar.
Y ahí fue cuando te distes cuenta de que nunca le habías olvidado, que seguía perdido en algún recuerdo de tu mente.
Pensabas que no te iba a hacer daño otra vez, pero te lo hizo. Tú ya sabías que fuistes un simple capricho y aún lo seguías siendo, solo quería entretenerse, echarse las risas.
Pero no veía, no veía que la que lloraba y sufría eras tú, que estabas completamente enamorada y él no supo valorarte.
Y así fue como dejastes de creer en el amor, en los siempre, en las promesas, incluso hasta en las personas... Solo pensabas en como sacarte de la cabeza esos recuerdos, como arrancártele del corazón, ése que estaba roto en mil pedazos.
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